Era tradición en varios pueblos de Navarra, el día de San Antón, el que los ganaderos dieran tres vueltas a la iglesia o ermita con sus ganados y animales, para que estos quedasen bendecidos para todo el año. En Tudela se colocaba una cruz en la Plaza de los Fueros, frente a la puerta de la iglesia de Santa María, y allí se hizo costumbre que diesen a su alrededor tres vueltas los animales, principalmente caballerías de los hombres de campo y animales domésticos.

Esta costumbre de poner una cruz en la Plaza Nueva, se hacía a finales del siglo XIX, y se mantuvo hasta 1965, hasta que prácticamente los animales de carga que se utilizaban en el campo ya desaparecieron.

La tradición fue recuperada el año 2002 por la Orden del Volatín que encargó la construcción de una nueva Cruz a Jesús Garnica Martón un ebanista tudelano, que realizó una cruz de las mismas características que la que se ponía antiguamente. Desde aquel año se mantiene, aunque la vida ha cambiado y los animales que se pasan ahora alrededor de la cruz, no son los de carga de antaño (aunque alguno siempre aparece), sino mascotas y animales domésticos.

En el año 1817 el Hospital de Tudela decidió hacer la rifa de un cerdo para obtener algunos ingresos. Para ello empezó a realizar el engorde de un lechón con las sobras de comida que iban a la basura. Una vez que el cuto se hacía grande y engordaba, se lucía por las calles, incitando a los compradores a adquirir boletos.

La Orden del Volatín sigue manteniendo esta tradición, el mismo día de San Antón, y en unas mesas y estanterías en la Plaza Nueva se exhiben los jamones, chorizos, morcillas y cabeza del cerdo, para la entrega de los tradicionales boletos para posteriormente ser sorteado.

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