Con todo preparado, se enciende el petardo que lleva colocado el Volatín en la boca y cuando explota, comienzan a moverlo de un lado para otro, perdiendo éste la ropa que le han puesto ese año y que suele ser para representar a algún personaje del que se ha hablado mucho los meses anteriores.
Es en ese momento, cuando ya el Volatín ha dejado de dar vueltas y se ha quedado prácticamente sin ropa, cuando los que lo zarandean se paran y de pronto comienzan a lanzar balones y globos desde diferentes balcones de la Plaza Nueva, para el disfrute de pequeños y mayores.